Javier Duarte es un político mexicano que fue gobernador del estado de Veracruz desde 2010 hasta 2016. Su mandato estuvo marcado por numerosos escándalos de corrupción y un manejo financiero deficiente que dejó al estado sumido en una grave crisis económica.

Duarte perteneció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y accedió al cargo de gobernador de Veracruz con una campaña en la que prometía transparencia, honestidad y desarrollo para el estado. Sin embargo, durante su gobierno se descubrieron una serie de actos de corrupción y desvío de fondos públicos que implicaron un daño significativo para las finanzas del estado.

En 2016, mientras aún se encontraba en el cargo, comenzaron a surgir investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República y la Auditoría Superior de la Federación que señalaban un presunto desvío de recursos públicos por parte de Duarte y su administración. Se descubrió que se habían utilizado empresas fantasma y esquemas de corrupción para desviar millones de pesos destinados a programas sociales y obras públicas.

Ante estas acusaciones, Javier Duarte decidió renunciar a su cargo de gobernador en octubre de 2016, argumentando que era para enfrentar las acusaciones en su contra y demostrar su inocencia. Sin embargo, poco después de su renuncia, se emitió una orden de aprehensión en su contra por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Duarte se dio a la fuga y se convirtió en uno de los prófugos más buscados de México. Durante varios meses, las autoridades mexicanas y la Interpol llevaron a cabo una intensa búsqueda para su captura. Finalmente, en abril de 2017, fue detenido en Guatemala y posteriormente extraditado a México.

Captura

Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz, fue capturado el 15 de abril de 2017 en Guatemala. Su detención fue el resultado de una operación conjunta entre las autoridades mexicanas y guatemaltecas, en colaboración con la Interpol.

La captura de Duarte fue posible gracias a un trabajo de investigación exhaustivo que involucró a varias agencias de seguridad y a la cooperación internacional. A continuación, se detallan los pasos principales que llevaron a su arresto:

1. Orden de aprehensión: Después de la renuncia de Duarte como gobernador de Veracruz en octubre de 2016, se emitió una orden de aprehensión en su contra por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada. Esta orden permitió a las autoridades mexicanas solicitar la colaboración de otros países para su captura.
2. Colaboración internacional: La Procuraduría General de la República (PGR) de México y la Interpol trabajaron en estrecha colaboración para localizar y detener a Duarte. Se emitió una notificación roja de la Interpol, lo que significa que se consideraba a Duarte como un fugitivo internacionalmente buscado.
3. Investigación de inteligencia: Las autoridades mexicanas recolectaron información y evidencias sobre los posibles paraderos de Duarte. Se siguieron pistas relacionadas con sus contactos, movimientos financieros y posibles redes de apoyo.
4. Vigilancia y seguimiento: Se estableció una vigilancia discreta sobre las actividades y movimientos de Duarte y su círculo cercano. Esto implicó seguir pistas y realizar investigaciones encubiertas para obtener información valiosa sobre su paradero.
5. Localización en Guatemala: La ubicación de Duarte se logró gracias a labores de inteligencia conjuntas entre México y Guatemala. Se determinó que se encontraba en un hotel en el municipio de Panajachel, en el departamento de Sololá.
6. Operativo de captura: Una vez que las autoridades confirmaron la ubicación de Duarte, se llevó a cabo un operativo coordinado para su arresto. Agentes mexicanos y guatemaltecos se dirigieron al hotel donde se hospedaba y lo detuvieron sin que se registraran incidentes violentos.

En septiembre de 2018, Javier Duarte fue condenado a nueve años de prisión por el delito de lavado de dinero y asociación delictuosa. Sin embargo, debido a los acuerdos con la justicia y las condenas acumuladas por otros delitos, la pena se amplió a más de nueve años. Además, se le impuso una multa y la obligación de reparar el daño causado al erario público.

La historia de Javier Duarte es considerada un ejemplo destacado de corrupción política en México y ha sido ampliamente criticada por el desvío de recursos públicos y la falta de transparencia durante su gestión como gobernador de Veracruz. Su caso ha servido como un símbolo de la lucha contra la corrupción en el país y ha impulsado mayores demandas de rendición de cuentas y transparencia en la esfera política mexicana.