“ABRAZOS, NO BALAZOS, ES LA UNIÓN ENTRE EL PODER POLÍTICO Y EL CRIMEN ORGANIZADO”: LILLY TÉLLEZ
* Demoledor discurso de la senadora del PAN en la comparecencia de la secretaria de Seguridad Pública federal
* “Tanta fue la ambición de la 4T que doblaron las manos ante el crimen organizado”
* El 40 por ciento de las entidades de México, en manos de la delincuencia
Ciudad de México, 21 de septiembre de 2021.
“Abrazos, no balazos —fustiga Lilly Téllez—, es la proclamación del compromiso de la 4T con el crimen organizado, el sometimiento de la fuerza pública a la fuerza de las mafias, la unión entre el poder político y el poder del crimen organizado”.
A su espalda, con el rostro petrificado, la expresión gélida, sin un pestañeo, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, que ese día comparecía ante el Senado de República.
Oía el reclamo, la exhibida, y no movía un músculo del rostro. Y Lilly Téllez, que llegara al Senado bajo las siglas de Morena e hiciera suyos los postulados obradoristas, y luego abdicó tras ser vapuleada en redes sociales por los grupos morenistas, se alejó de la llamada Cuarta Transformación, tornándose severa crítica de Andrés Manuel López Obrador, punzante con los errores del presidente, el incumplimiento, incapacidad y traiciones, subía el tono y se volvía feroz:
“Abrazos, no balazos, se convirtió en una frase grosera. Es equivalente a una aleación de incompetencia, cobardía y falta de humanidad”.
Citaba cifras la senadora panista: en los últimos 2 años México se mantiene como el país con más violencia homicida a nivel mundial, de las 10 ciudades más violentas del mundo 7 son mexicanas; con la 4T hay más muertos que antes, van 91 mil asesinatos y contando, comparado a los tres primeros años del gobierno de Peña Nieto la 4t lo rebasa con el doble de muertos, y comparado con los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón la 4T lo supera con el triple de muertos.
“Bien lo advirtió el exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau —agregaba Lilly Téllez—, cuando señaló la actitud pasiva del presidente López Obrador frente al crimen organizado y los cárteles; dijo que para López Obrador los cárteles son una distracción y los deja hacer; también afirmó que entre el 35 y el 40 por ciento del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado. Es casi la mitad del país”.
Encendida, con tono vehemente, la periodista, hoy senadora por Sonora, increpaba no sólo al gobierno de López Obrador. Arremetía contra el Ejército y la Guardia Nacional, a la que llamó “edecanes” del crimen organizado.
“Bien lo señalan periodistas mexicanos: estamos ante una desactivación frente al crimen organizado y la Guardia Nacional es el grupo de edecanes más caro que ha tenido este país.
¿No les da vergüenza, señores? No les da vergüenza, señores. Los invito a que porten ese uniforme no solo con gallardía sino con lealtad a la patria; las prendas y las estrellas no significan nada si quien las viste no tiene carácter para defender a los mexicanos.
“Abrazos no balazos, es la cínica confesión de que la 4T entregó la plaza a cambio de quedarse con el poder político, tanta era su ambición que doblaron las manos ante el crimen organizado”.
Y cerró entregando un ejemplar del libro “El Padrino”, de Mario Puzo, a la secretaria de Seguridad federal, que versa sobre el acuerdo entre el poder político y el crimen organizado. Y ofreció otros más para los senadores de Morena.
“Tomen para que aprendan”, sentenció usando la frase del presidente López Obrador en su mensaje de Tercer Año de Actividades.
EL TEXTO ÍNTEGRO
A continuación el texto íntegro de la intervención de la senadora Lilly Téllez en la comparecencia de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
Buenas tardes, senadores. Buenas tardes, secretaria Rosa Icela Rodríguez.
Buenas tardes a los funcionarios y militares del más alto rango del gobierno federal que están aquí. Bienvenido, Leonardo.
Viene a usted al Senado, secretaria Rodríguez, a defender lo indefendible, una ocurrencia presentada como política de Estado en materia de seguridad, resumida en una frase tan simplona como perversa: “abrazos, no balazos”.
Millones de mexicanos creíamos que esa frase comprendía un objetivo, lograr un país con más fraternidad y menos balaceras, pero esa expresión, “abrazos, no balazos”, es de hecho la proclamación del compromiso de la 4T con el crimen organizado.
Es la declaración abierta del sometimiento de la fuerza pública a la fuerza de las mafias.
Se tiene que decir aquí, con toda precisión, porque es lo que se dice en las calles, es lo que dicen los expertos y se repite a espaldas de ustedes, de ustedes los de la cuatro te, ustedes, a quienes se les respeta por temor, no por admiración.
La prometida transformación hacia la seguridad resultó ser una degradación, la 4T consolida y formaliza públicamente la unión entre el poder político y el poder del crimen organizado.
Es un acuerdo que reitera entre líneas el propio Presidente de México una y mil veces, con toda la seriedad y legalidad implícita en los eventos oficiales.
“Abrazos, no balazos”, se convirtió en una frase grosera, es equivalente a una aleación de incompetencia, cobardía y falta de humanidad.
A las pruebas me remito, durante los últimos 2 años México se mantiene como el país con más violencia homicida a nivel mundial, de las 10 ciudades más violentas del mundo 7 son mexicanas; con la 4T hay más muertos que antes, van 91 mil asesinatos y contando, comparado a los tres primeros años del gobierno de Peña Nieto la 4t lo rebasa con el doble de muertos, y comparado con los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón la 4T lo supera con el triple de muertos.
Los feminicidios aumentaron, cada día matan a 10 mujeres en México en lo que va de este sexenio, han asesinado a 43 periodistas en lo que va de este sexenio, han matado a 68 activistas y defensores de derechos humanos en lo que va de este sexenio, asesinaron a 102 políticos en las pasadas campañas electorales en lo que va de este sexenio.
Los tiroteos en la vía pública, los levantones, las carreteras bloqueadas y las casetas tomadas son el pan de cada día en lo que va de este sexenio.
Los ciudadanos tienen miedo, el 66 por ciento de la población percibe la inseguridad a la vuelta de la esquina; secretaria Rodríguez, la 4t ha torcido hasta el nombre del ministerio que usted preside, en lugar de seguridad abandonan a México en la violencia, y en lugar de protección dejan a los ciudadanos en la indefensión, no hay discursos que oculten la realidad, en los hechos los ciudadanos ponen a los muertos y ustedes sólo ponen palabras.
La reunión que sostienen muy temprano todos los días el presidente y el Gabinete de Seguridad sirve para tomar café y despertar bien, pero es inútil para disminuir la violencia; bien lo advirtió el exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, cuando señaló la actitud pasiva del presidente López Obrador frente al crimen organizado y los cárteles; dijo que para López Obrador los cárteles son una distracción y los deja hacer; también afirmó que entre el 35 y el 40 por ciento del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado. Es casi la mitad del país.
Le pregunto secretaria Rodríguez: ¿Qué acciones ha tomado usted ante la información que reveló el exembajador?
¿La orden a la Guardia Nacional es no hacer nada? Tal y como lo acabamos de ver en un video reciente, en Sonora se encontraron elementos de la Guardia Nacional y delincuentes, se saludaron y cada quien siguió su camino.
Entonces, ¿para qué tenemos Guardia Nacional? ¿para qué tienen armas? ¿para qué tienen uniformes, cuarteles, vehículos?
Bien lo señalan periodistas mexicanos: estamos ante una desactivación frente al crimen organizado y la Guardia Nacional es el grupo de edecanes más caro que ha tenido este país.
¿No les da vergüenza, señores? No les da vergüenza, señores. Los invito a que porten ese uniforme no solo con gallardía sino con lealtad a la patria; las prendas y las estrellas no significan nada si quien las viste no tiene carácter para defender a los mexicanos.
“Abrazos no balazos”, es la cínica confesión de que la 4T entregó la plaza a cambio de quedarse con el poder político, tanta era su ambición que doblaron las manos ante el crimen organizado. Espero que tengan la decencia de no pedirme pruebas de lo que afirmo.
Bien saben que es prácticamente una condena de muerte para un ciudadano, recabar las pruebas es tarea de ustedes, y es de notar que a pesar de que tienen toda la fuerza y seguridad del Estado, no lo hacen.
Presidente Olga Sánchez Cordero: Puede concluir, senadora. Muchas gracias.
Senadora Lilly Téllez: Ya voy a concluir.
Esa valiente investigación sobre los pasos del crimen organizado la siguen haciendo los periodistas mexicanos, ellos son los que están documentando y publicando el desastre de carecer de una estrategia de seguridad real, y son los mismos que insulta el jefe de todos ustedes todos los días, bajo la protección de vallas, murallas y blindajes.
No hay forma de explicar, secretaria Rodríguez, que el Estado mexicano haya renunciado a proteger la vida de los ciudadanos, siendo esa la principal razón del Estado.
Ya voy a concluir senadora Presidente.
Ya presenté una iniciativa para que los carteles de la droga sean clasificados como terrorismo, no tengan miedo, señores, no tengan miedo para darle el visto bueno, dejen ya la vieja excusa de que ello implicaría un riesgo de invasión por parte del gobierno estadounidense.
Negarse a aceptar mi iniciativa es prueba de la colusión entre el poder político y el poder del crimen organizado.
Le voy a entregar un libro, secretaria. Le voy a entregar un libro que trata sobre una relación entre el poder político y el poder del crimen organizado, precisamente “Entre abrazos y balazos”.
Les voy a mandar uno a ustedes también. Tengan, para que se entretengan.