“Aunque digan la verdad, los mentirosos no son creídos.” – Marco Tulio Cicerón.

Una de las premisas del movimiento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador fue la de gobernar para todos, sin distingos de colores, mucho menos de partidos.

Sus llamados a la reconciliación nacional, a la paz, a la concordia, fueron y son meras piezas discursivas, en esa política de encantar a una población urgida de encontrar una respuesta que le endulzará el oído.

Así que toda esa cantaleta de acabar con la corrupción, de terminar con los compadrazgos y amiguismos son una tomada más de pelo.

Con forme pasan las semanas y los meses, las acciones emprendidas por su gobierno, pero especialmente por el que se tienen en la entidad veracruzana a través de su gobernador Cuitláhuac García Jiménez son muestra de una mala hechura, copia barata de lo que el gran tlatoani oferta como mecanismo para engatusar a la población.

Ahora disfrazan con la instalación del Consejo para el Desarrollo Metropolitano del Estado una nueva estrategia, que es la de posicionar bastiones gobernados por Morena para llegado el momento potencializar todos los recursos en futuros procesos electorales.

Aun cuando la finalidad del organismo es fomentar el crecimiento ordenado de las ocho zonas metropolitanas de la entidad, que son Poza Rica, Xalapa, Orizaba, Córdoba, Veracruz, Acayucan, Coatzacoalcos y Minatitlán, así como la zona interestatal Tampico-Pánuco.

Sobre todo, en lo que tiene que ver con el manejo ordenado de los territorios y con ello evitar la especulación y el mal uso del suelo, en la realidad, nada de esto parece ser cierto.

El arranque de este proyecto lleva jiribilla pues en realidad buscan potencializar zonas como Poza Rica, Córdoba, Orizaba y Minatitlán, corredores donde la presencia de Morena es real a través de sus gobiernos municipales.

Aun cuando en los hechos las administraciones municipales emanadas de este instituto político simplemente no dan una, pues los serios problemas reflejados en Xalapa, Poza Rica, Minatitlán y Coatzacoalcos están de manifiesto de manera cotidiana, basta con checar la prensa y los medios digitales en la entidad.

Para lograr está estrategia de gobernar a modo y ha pedido, se requirió la conformación de fideicomisos con los que aseguran se buscarán generar los proyectos estratégicos de impacto regional.

Con base en ello y para lograr la misión el Gobierno Federal tiene una bolsa de 3 mil 300 millones de pesos que, de gestionarse para proyectos estratégicos en las zonas metropolitanas, beneficiarían a 3.7 millones de habitantes, casi el 50 por ciento de la población veracruzana –si es que por ineptitud no pierden el recurso en subejercicios, como ya lo han demostrado algunas administraciones municipales de Morena-.

Veremos pues si realmente se logran desarrollar las zonas metropolitanas, pues lo visto hasta el momento, ha sido un gobernar a base de ocurrencias, sin rumbo, sin estrategia, que comienza verdaderamente a cansar a la sociedad.

Las muestras de ese hartazgo social se comienzan a expresar en las rechiflas, en los memes y en toda la actitud contra los integrantes de esta 4T, que parecen seguir aquel refrán que dice que “El infierno está empedrado de buenas intenciones”.

Sextante.

Algo se trae entre manos el presidente Andrés Manuel López Obrador y los integrantes de su gabinete.

Y es que quien piense que el hierro cometido al exigir una disculpa pública a un Rey y a un Papa son simples torpezas o fallos, en el cálculo se equivocan.

El presidente fragua alguna acción que pudiera afectar severamente el “status quo” de la nación.

Se habla de dos posibles acciones una que tiene que ver con el destino de las reservas internacionales de México, la otra que tiene que ver con los fondos internacionales de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

Los comentarios por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de una baja en la recaudación fiscal y por ende de una baja en el crecimiento de la economía podría ir aparejada a lo que se nos viene encima.

Al tiempo.

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