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El Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial del estado (IPAX) es un Organismo Público Descentralizado. Tiene el objetivo de proporcionar servicios de seguridad, protección e integridad física y patrimonial a empresas, industrias, instituciones bancarias, comercios, particulares e instituciones gubernamentales, cumpliendo con altos estándares de calidad y niveles éticos de desempeño.

 

El IPAX fue creado por parte del propio gobierno y controlado a través del propio secretario de Seguridad Pública y derivada  de esa actividad, el gobierno obtiene recursos para con ello, proporcionarle a los municipios el equipamiento necesario que las policías intermunicipales –en los municipios que hay- y estatales requieren para su operatividad en los municipios  y el estado. Acto que obviamente no se está realizando y conlleva a realizarnos la pregunta: ¿Quién se queda con todo ese dinero? La respuesta es más que obvia, pues quien fungen como responsables de dicha corporación.

El recurso humano que ahí opera, contaba con salarios dignos y además prestaciones contempladas en la ley. El sistema es un tanto diferente a otras fuentes de empleo. Los policías que mantiene dicho instituto tienen que cumplir jornadas laborales de 12 horas en los lugares en donde sean contratados. El servicio es muy recurrido en el estado de Veracruz y el negocio del gobierno del estado es realmente redondo.

Por citar un ejemplo:

La empresa siderúrgica de Tenaris-Tamsa, paga al IPAX por la seguridad en sus instalaciones. Creó una comandancia al interior de la planta y asignó a una persona  pagada por la empresa para para fungir como comandante de la policía que el Instituto de la Policía Auxiliar le asigna. Según datos obtenidos por parte de personas que conocen el sistema en el que opera el IPAX, indican que esta corporación por cada policía, la tubera paga aproximadamente 30 mil pesos mensuales. El IPAX mantiene dentro de las instalaciones alrededor de 25 policías por turno y cuatro jefes de servicios (JS), los cuales tienen que cumplir jornadas de 12 a 24 horas. Por los JS, Tamsa paga alrededor de 30 a 40 mil pesos mensuales también por individuo, es decir, haciendo un cálculo aproximado podemos decir que por los 25 policías, está logrando captar alrededor de 750 mil pesos mensuales y por los jefes de servicio, 120 mil pesos.

Por mes, Tamsa destina cerca 870 pesos a IPAX, mientras que esta corporación les paga a los policías nn salario por demás raquítico que oscila entre mi 200 mensuales a unos y de tres mil pesos mensuales a otros. Un  negocio por demás redondo como ya lo había citado en líneas atrás. Ojalá los recursos que logra captar el IPAX fuera destinado para aplicarlo a la seguridad en los municipios, realmente se estuvieran las intermuncipales y a los estatales, más que equipados y con un parque vehicular realmente digno y no las chatarras que actualmente traen, que en la mayoría de los casos ni para gasolina tienen.

Según su portal http://www.ipax.gob.mx mantienen una cobertura en todo el estado de Veracruz a través de 20 comandancias y 11 bases operativas instaladas en los municipios divididos por zonas.

En la zona norte: Pánuco, Tuxpan, Base Naranjos, Base Álamo, Base Tantoyuca, Poza Rica y Martínez de la Torre.

Zona  centro: Perote, Xalapa Oriente, Xalapa poniente, Cardel, Base Laguna Verde, Veracruz, Boca del Río, base Bruno Pagliai, base Alvarado y Tamsa.

Zona Sur: Cosamaloapan, Tierra Blanca, San Andrés Tuxtla, Acayucan, Minatitlán, Coatzacoalcos y base Las Choapas.

Zona volcán: Córdona, base Cuitláhuac, base Huatusco, Orizaba, base Kimberly, base Scribe, Cervecería Moctezuma.

¿En manos de quién queda tanto dinero? Habría que preguntarle al secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié como está regulando a la gente que viene operando desde las administraciones de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa, que al parecer se están yendo al monte con los recursos que esa corporación genera. Sobre todo a los altos mandos, quienes al parecer están desviando el dinero del servicio que está prestando dicha corporación a la iniciativa privada en el rubro de la seguridad.

Además, existen en la actualidad muchas quejas de parte de los elementos policíacos que están demandando mejoras salariales, que les respeten las horas extras que les hacen cumplir –a veces por forma de castigo- y las prestaciones de ley que están obligados a darles a los policías. Los bonos de productividad son un tema añejo que en la actualidad no les proporcionan, pero seguramente, “alguien” las ha de “justificar” para con ello adjudicárselas indebidamente.

Un verdadero chiquero y hurto se ha convertido el IPAX, que derivado de las quejas de los elementos ha provocado el enojo de sus jefes. Curiosamente el día 20 de junio del año en curso –en la madrugada- ingresó al área de urgencias del ISSSTE, un policía del IPAX luego de que unos “encapuchados” le propinaran una severa golpiza. Le robaron el celular y los cartuchos de su arma. La advertencia fue simple y contundente:

“Esto les pasa por andar publicando mamadas en el Facebook y WhatsApp”. No se tiene que ser muy sabio para saber por quién fueron contratadas esas personas.

Jesús Enrique Rincón es su nombre. Su padre, solicitó a sus jefes que le brindaran protección dentro del hospital y la respuesta fue un rotundo no por parte  de su jefe mediato, le hizo solicitar el apoyo de los medios de comunicación y alertarlos sobre las condiciones en las que dejaron a su hijo.

El comisionado del IPAX en Veracruz, Mario Marín Zamora y el comandante en Tenaris-Tamsa, Rodrigo Martínez Sánchez es una dupla por demás interesante. Según información obtenida de manera anónima, este último le ha “prestado” a Pascual Lagunes Ochoa elementos a su mando para disfrazarlos de “tamseros” y estos, sean quienes propinen golpes y agresiones en contra de los trabajadores sindicalizados que participan en la protestas en contra del ex líder charro. Obviamente con conocimiento de causa de las autoridades de la empresa tubera.

Una serie de atrocidades están dispuestos a realizar por parte de los altos mandos del IPAX en contra de los policías que por ser personas con un perfil académico bajo, no cuentan con los elementos necesarios para que jurídicamente se defiendan tanto por las agresiones a los que son sometidos como por las violaciones a la ley federal del trabajo, que les aplican con todo la impunidad que les brinda el poder al estar al frente del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial del estado.

Por lo tanto, hacemos un llamado al secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié para que ponga un alto a las tropelías que ahí se ejecutan. Una recomendación sería es que hagan realmente una limpieza de altos mandos, que al parecer ya conocen las mil y una formas de llevar agua a su molino y están perjudicando las finanzas del IPAX y por lo tanto, del estado. El dinero que sale del “negocio” que tienen montado en el IPAX, debe de ser utilizado para los fines en la que fue creada dicha corporación y no para llenarle la bolsa a nadie y mucho menos, abonar a la corrupción de los servidores públicos, acto que ya todos los veracruzanos se encuentran hartos de soportar.

Sabemos que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública tiene problemas realmente serios que ocupan su tiempo y pensamiento. Pero considerando que él es el único que puede meter a raya a la corrupción en la que opera el IPAX, tendrá que hacer un espacio de su atención para poder hacer la limpieza necesaria en dicha corporación y garantizarle la integridad física a los policías, pues que si no es por ellos, dicha “empresa de seguridad” no podría obtener ni un peso de la iniciativa privada.

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