El líder del Movimiento Territorial, Víctor Rodríguez Gallegos, anda soplándole al oído al nuevo dirigente estatal del PRI Renato Alarcón Guevara, y es que le urge un padrino que le de juego a sus sueños guajiros. Se le ve muy movido, no se le oye hablar más que puras linduras de Adolfo Mota Hernández su candidato.

El morenito Rodríguez Gallegos anda que no cree más que en él mismo. Orquesta desde hace varios días una campaña mediática en contra de Joaquín Caballero y Marcelo Montiel Montiel, con el único fin de ventilar ciertos negocios que Caballero realizó, dejando como resultado  un rompimiento con Marcelo Montiel, irreparable.

Pero Víctor con lo ególatra que es, siente que se puede comer el mundo de dos bocados. Piensa que todo lo puede controlar con el dinero mal habido que ahora tiene. Y piensa que él pondrá al futuro presidente municipal de Coatzacoalcos… (Por su cercanía con Renato).

Cuentan en el sur que Rodríguez Gallegos fue tan pobre que presume haber sido el primer cerillito de Chedraui en Coatzacoalcos, que ahora es millonario. Y en sus días de fiesta cuando se pasa del elixir del dios Baco, presume que tiene tanto dinero, que no hay mujer que se le resista, propiedad que no pueda adquirir o político que no pueda quitar de su camino… (Sic)

Es Víctor el ejemplo claro de un remedo de político sureño, un parásito criado bajo la sombra del Marcelo Montiel al que ahora repudia y de quien se mofa, pero quien lo sacó de la pobreza en que vivía.

Un hombre cegado por su soberbia que piensa que todo lo puede comprar, incluso el amor de sus amantes. (Todo un Don Juan)

Víctor Rodríguez Gallegos tiene en el fraccionamiento Las Ánimas una propiedad vecina a la casa del ex gobernador de Veracruz, quien desde hace ya varios días dijo que regresaría para hacer operación política en el estado  Fidel Herrera Beltrán, y por ahora el llamado “tío fide”, ni sus luces muestra, anda apurado con lo de su amparo, por aquello de que el miedo no anda en burro.

Dicha propiedad se ubica atrás del Hotel Fiesta Inn, que hasta hace poco seguía rentando a SEDESOL en la jugosa cantidad de  100 mil pesos mensuales. (Contrato de arrendamiento que consiguió por su mentor Marcelo Montiel Montiel)

Ahora el Don Juan del Movimiento Territorial, puso en venta su propiedad en  4 millones de pesos. En esta transacción incluye todavía un año más de renta de dicha propiedad ahora en los tiempos de Miguel Yunes.

El poder marea a los inteligentes, mientras que a los tontos los enloquece.

Mucha culpa de que Veracruz esté en la ruina, la tiene solapar a gente como Víctor Rodríguez, líder del Movimiento Territorial, quien bajo el amparo de Marcelo Montiel recaudó una fortuna, que él mismo jamás imaginó, pero que hoy representa un “problema” derivado de actos de corrupción para el PRI.

Víctor tiene acumulada una inmensa fortuna, y tiene dos prestanombres a los cuales les tiene asignadas propiedades: Mario Oriani y Felicia Parra. Felicia, quien además es la compañera sentimental de Víctor de toda la vida y quien acostumbra a presentarle chicas guapas al Don Juan.

Rodríguez Gallegos vivió una vida de derroches, utilizando jets privados para transportar a sus amigas “las chicas súper poderosas”, fiestas bacanales,  todo bajo la sombra del Duartismo, a quien este personaje representa en su máxima expresión. Incluso Javier Duarte le dio más de 500 juegos de placas de taxis para que se financiara y el MT apoyara en la operación política de la gubernatura que perdió el PRI.

De Víctor Rodríguez existen denuncias que el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) tiene documentadas y que la SIEDO indaga, sobre las empresas fantasma que detectó el SAT.

Denuncias de fraude lo persiguen desde su paso en la Secretaría de Gobierno del Ayuntamiento de Coatzacoalcos. En ese entonces realizó obras por medio de prestanombres y a través de empresas satélites, cuyos domicilios fiscales no son oficinas, sino edificios “fantasmas”, cuarterías, obras direccionadas, a través de Construcciones de Coatzacoalcos, en ese entonces representada por Javier Felipe Cruz Rodríguez, sobrino de Víctor.

Recordemos que en el pasado Víctor fue acusado por el entonces Senador Alejandro Encinas, ex perredista en una denuncia que implica el robo de recursos federales usando tarjetas bancarias y disponiendo de las contraseñas de los beneficiarios, a partir de la aprehensión de dos de los ejecutores del atraco en un cajero de San Andrés Tuxtla, Eduardo Martínez Pedraza y Domingo de Jesús Cinta García.

De este caso Pablo Ruiz Domínguez, reveló la mecánica del despojo falsificando firmas de quienes reciben los recursos de SEDESOL, y Alejandro Gutiérrez Cabrera, retoma y actualiza ambas denuncias en las que puntualiza que hay robo de dinero federal y obras fantasma. (Alejandro allegado al grupo de poder del Secretario de Gobierno)

Según informes derivados de las indagatorias de las empresas fantasmas y de los fraudes en SEDESOL estatal y federal, conducen a varias cuentas bancarias, compañías constructoras y propiedades inmobiliarias, compradas al margen de la ley en estos años en Xalapa.

Las propiedades, aparte de la que ya le dimos cuenta, hay otras presuntamente adquiridas antes de fenecer el Duartismo, usando a sus allegados como los prestanombres de estas propiedades, en los fraccionamientos Monte Magno, La Marquesa y Las Ánimas, al igual que autos último modelo.

Claro que Víctor y sus amigos no podrían justificar ser dueños de esas propiedades, con ingresos legales. En las instancias federales y estatales, trascienden inmuebles registrados a nombre de familiares de Víctor Rodríguez, de su sobrino, de Felicia Parra Moguel, así como de Mario Oriani, ex colaborador de Marcelo.

Sin embargo, Víctor lleva una doble vida con una doble moral. Está enfrentado con Joaquín Caballero y ese podría ser su fin. (Y claro no es que Caballero o Marcelo sean dos peritas en dulce, también forman parte de la corrupción emanada del Fidelismo y Duartismo).

Manuel Cabanas, el alumno más aventajado del ex titular del DIF, Jesús Moreno Delgado, era el Delegado del IVEA, perdió hace unos meses el empleo por culpa de Víctor Rodríguez Gallegos, quien intento meter con calzador a Martha Herrera, periodista de sociales que fue su jefa de prensa en la campaña a diputado federal, con desastrosos resultados.

Marcelo enfureció y no permitió que Martha llegara y Cabanas recuperó el sueldo más no el empleo. Después la quiso meter a la Coordinación Regional de Tecnológicos y Mónica Robles peleó como fiera y dejaron a Tavo Delfín, ex delegado regional de la SEV en el sur de Veracruz. Martha sigue ahí, en el MT, cobrando lo que Víctor le quiera pagar.

Pero ahora enfrentado con Rosiñol y Montiel, el futuro de Víctor es incierto. Él sueña con ser alcalde pero con tanto derroche del dinero mal habido y confrontado con sus ex empleados que tenía incrustados en la nómina de SEDESOL, trabajando para él y luego explotados por el propio Víctor, no es tan buena señal.

Hay quienes ya son asesorados para poner denuncias por la falta de pago y eso que el Don Juan presume de ser el hombre más rico de Veracruz… (jajaja)

En tanto en mi querido Coatzacoalcos todo indica que el hoy Diputado local del PRI, Carlos Vasconcelos, será ungido como candidato del PRI. (Un hombre de trabajo y cercano al grupo del Senador Pepe Yunes Zorrilla).

En tanto el PAN en Coatzacoalcos competirá Juan Manuel Rodríguez Caamaño, quien es apadrinado por el Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña, pese que Marcelo Montiel quiere meter de último momento a su candidato Jesús Moreno Delgado.

En Morena Alberto Mijangos Martínez gente de Ivan Hillman, se aferra para ser el candidato cuenta con el respaldo periodístico de los Robles; pero todo indica que los amarres económicos ya los resolvió Víctor Manuel Carranza, ex petrolero y línea directa de Rocío Nahle. Y en todo este juego de poderes no veo que llegue el Don Juan del Movimiento Territorial, por mucho que le hable bonito a Renato Alarcón. (Suerte para la próxima mi querido Víctor, hay que seguir participando)…Nos leemos… Del otro lado del Cristal.

#Para concluir:

Algo no cuadra en la ciudad de Córdoba, en donde, en el gobierno de Fidel Herrera y Javier Duarte, comenzaron a proliferar cierta clase de nuevos empresarios.

Esta clase de empresarios gusta de usar carros de color blanco, de comprar comida barata  por tonelada y congelarla para todo el año; no hacen viajes de placer; de comprar franquicias de gasolineras una por año y ya tienen diez, comprar hasta bancos, casas al por mayor en la zona de Yanga, Veracruz y Puebla; tener hangares a su disposición con avionetas de modelos no tan recientes, propiedades en la central de abastos.

Y todo esto a nombres de personas de actividad moral… algo no cuadra con esta clase de empresarios. Todos los detalles en la próxima columna.