¡Finamed: dos pillos con suerte!… Cárdeno y Rodríguez
* Cárdeno y Rodríguez favorecieron a Finamed con 700 mdp. *Juan Carlos Rodríguez, su firma en los contratos con empresas fantasmas de Sedesol. *Jorge Ramírez Tubilla, el protector de Cárdeno Shaadi. *¿De quién es Finamed? *El litigio continua. *Carlos Valenzuela vs Julen Rementería. * La Renuncia de Julen a Siop. *Manuel Muñoz Ganem, el operador de lujo.
Una de las historias de corrupción que al día de hoy tiene de rodillas al Sector Salud de Veracruz, fue Finamed, quizás el fraude más doloroso para el pueblo veracruzano y claro un negocio multimillonario perpetrado durante la gubernatura de Fidel Herrera Beltrán y parte de la administración de Javier Duarte.
¿Quién inició el pleito legal en contra de Finamed?
El pleito legal fue iniciado por Juan Antonio Nemi Dib, Secretario de Salud en los tiempos del Doctor Duarte. ¿Por qué? Porque Juan Antonio tenía un contrato absolutamente contrario a la Constitución Política del Estado de Veracruz, misma que ordena que en las contrataciones gubernamentales se debe vigilar que subsistan las mejores condiciones para el Estado.
Y claro Finamed, era un agujero negro sin fondo…
El gobierno que encabezó Duarte dejó pasar el tema y terminó por ceder una suma millonaria.
Juan Antonio entró en desgaste, pero el tiempo le dio la razón.
Y en aquellos días se publicó por algunos medios, a fin de galardonar al abogado que “hizo ganar” a Finamed, mismo que paradójicamente antes se hubiera pronunciado en contra de ese contrato; pero no se publicó qué “abogados” estuvieron involucrados en esa lamentable derrota.
Aquí una pista de dos pillos, con serios señalamientos de corrupción que dejan en evidencia que ese pleito no “se perdió” por imposibilidad de ganarlo, pues es increíble que teniendo la Constitución Política como base legal fundamental para esa defensa, se haya perdido un juicio con un costo de 700 millones de pesos para los veracruzanos.
José Ramón Cárdeno Shaadi, “EL GURU”, quien llega al gobierno recomendado por Jorge Ramírez Tubilla, el primo de Karime Macías, fue corrido de la Sefiplan por corrupto, en los tiempos de Charleston Salinas. De esto hay constancia en el gobierno del estado.
Sin embargo, José Ramón Cárdeno Shaadi, “EL GURU”, de manera casi inmediata es una vez más cobijado por Jorge Ramírez Tubilla, el primo político del Gobernador y es puesto al frente de la Dirección Jurídica en Salud, con la hoy Directora Jurídica de la CEAPP, Sandra Bonilla, como su mano derecha en esas batallas legales que tanto fruto les rindieron y bajo el adiestramiento de Sandoval, el negocio para Cárdeno fue rindiendo frutos.
Prontamente de que corren a José Ramón Cárdeno Shaadi del jurídico de SESVER por eliminación y de manera inmediata llega al jurídico del Gobernador, claro una vez más con la recomendación de Jorge Ramírez Tubilla y es que esa posición era para Francisco Berlín Valenzuela, quien horas antes de tomar el cargo le dice a Javier Duarte que no podría cumplir por motivos personales y es ahí cuando Ramírez Tubilla, al enterarse por su prima Karime, maniobra para que José Ramón Cárdeno Shaadi llegue al Jurídico y Sandra Bonilla sea ungida también como la titular de Equidad de Género.
Cárdeno Shaadi maniobró para que antes de ser despedido, un amigo íntimo de la Escuela Libre de Derecho llegara en su lugar a la Secretaría de Salud, ¿a quién dejó recomendado y a cargo de esos asuntos legales?…
Nada menos que al ilustre abogado Juan Carlos Rodríguez García, hijo del dueño del diario “El Centinela”, el mismo que cobró sumas millonarias al Gobierno del Estado por publicar chismes políticos en un periódico que no se vendía, sí en efecto, no se vendía y por eso lo regalaban en cada emisión, en la esquina de las calles Leandro Valle con Zaragoza, pero ni regalado salía.
Le sigo contando… Resulta que José Ramón Cárdeno Shaadi dejó la mesa puesta con ese juicio, y para asegurarse de que la empresa cobrara esas sumas millonarias del erario público, le dejó el “encarguito” a Juan Carlos Rodríguez García, sí, el mismo que venía de la Secretaría de Desarrollo Social, aún con la mano cansada de firmar los contratos con las empresas fantasma bajo las órdenes de Alberto Silva Ramos, y consentido por Jorgito Carvallo.
Pero aquí surgió un pequeño problema: Cuando venía el cierre definitivo del negocio entre estos personajes oscuros con esa empresa, resultó que el “recomendado” de José Ramón Cárdeno Shaadi, sintió que él debía ganar más, porque su firma es muy cara, después de lo que se había expuesto con tantas firmas en los contratos con las empresas fantasma en SEDESOL, su garabato pues tenía plusvalía, no iba a conformarse con menos porcentaje en este cobro de Finamed; pero si él se quedaba con un porcentaje alto, entonces….
¿Dónde quedaba la ganancia de José Ramón Cárdeno Shaadi, quien dicho sea de paso no tiene un solo pelo de tonto, que fue el que negoció y vendió de descarada manera los recursos de los veracruzanos?
En su columna prosa aprisa publicada el 4 de junio de 2015 en el portal alcalorpolitico.com, el periodista Arturo Reyes Isidoro documenta que el negocio de Finamed, al final de cuentas tenía un gran perdedor, pero también detalla que uno de los hombres más felices con la resolución del juez fue José Ramón Cárdeno Shaadi… “Del asunto se hizo un escándalo por las acusaciones de parte y parte, y en parte porque estaba en juego un negocio de muchos millones con implicaciones políticas, pues era claro que alguien dio la autorización, seguramente a cambio de algo, lo más probable que de un moche millonario.
En el juicio que se entablo, Finamed demandaba 800 millones de pesos por la anulación del contrato, suma que superaba los mil millones por los intereses y otros cargos que hacía, hasta que vino la resolución del juez segundo de Xalapa. Pero la información celebrando la sentencia provino del Consejero Jurídico de la Oficina del gobernador Javier Duarte de Ochoa, José Ramón Cárdeno Shaadi, no de la Secretaría de Salud, y cómo no iba a ser así; si finalmente se evitó que el Gobierno del Estado pagara más de mil millones de pesos que era lo que demanda Finamed, suma que hubiera agravado más ya la de por sí casi insostenible situación económica de la administración estatal. Ahora sí de la que se salvó.
Sin embargo, si para una parte la noticia fue una buena noticia, sin duda la que estaba atrás de la autorización del negocio, perdón, del contrato, sufrió un rudo machucón de dedos, pues lo que se comenta adentro es que el trato era que a cambio de la concesión tendría que haber un moche mensual millonario por el tiempo que durara el convenio. El negocio se ha caído ahora.” Hasta ahí lo documentado por el maestro del periodismo Arturo Reyes Isidoro.
Queda claro que entre caballeros de tan alta alcurnia no procede el pelito de mercado porque tanto Juan como José tenían mucho que perder, así que se pusieron de acuerdo, y de premio, por órdenes del fugitivo ex gobernador Javier Duarte, Juan Carlos Rodríguez García se fue a cerrar sus propios negocios al Seguro Popular, como si no hubiera sido ya suficiente el desfalco y la bancarrota que venía sufriendo esa Institución, le mandan a este oscuro personaje para terminarla de aplastar.
Ahora se da cuenta usted quién financia esas manifestaciones del Seguro Popular en los tiempos de Yunes Linares, para que el gobernador amarillo–azul se vea insensible.
Lo que me sigue intrigando del caso con el paso de los años, y con la aparición en escena de Jorgito Carvallo, es… ¿De quién es Finamed? Ya que nunca en su portal dicha empresa dio los nombres de los accionistas.
Creo podemos tener una mejor lectura. Pero es pertinente señalar que el pleito judicial no se ha perdido. Se ganó en primera instancia siendo aún Juan Antonio Nemi Dib, el Secretario de Salud, pero sigue en litigio el caso Finamed… Nos leemos próximamente… Del otro lado del Cristal.
#Para Concluir:
Julen Rementería del Puerto, llegó con un amparo bajo el brazo a la Secretaria de Infraestructura y obra pública “SIOP”, derivado de las denuncias interpuestas en el sexenio pasado a dicha dependencia.
Pero por si esto no fuera poco para Julen, resulta que al otro día de rendir protesta como el titular de la Siop, llega a sus oficinas acompañado de su personal y se da cuenta que el Secretario General del PAN, oriundo de Puebla, Carlos Valenzuela, le había puesto hasta los conserjes en dicha Secretaria. El enojo fue mayúsculo y se comunicó con este bajito operador para decirle que él no aceptaría que le impusieran a su personal, ya que necesitaba gente de sus confianzas.
Carlos Valenzuela pasó el reporte y Manuel Muñoz Gánem se entrevistó con Julen y ¡oh! sorpresa la renuncia de Julen Rementería estaba sobre la mesa. Señalando que no permitiría que un personaje ajeno al estado le impusiera a su gente, que eso no fue lo acordado. Con el apoyo de Manuel Muñoz Gánem, Julen Rementería salió respaldado por el gobernador de esa reunión y todos los recomendados de Carlos fueron removidos. Como la ven… Ahora resulta que un poblano es “el señor de los puestos en el Gobierno Estatal”. En tanto Muñoz Gánem sigue siendo el operador de lujo del Gobernador Yunes.
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