Espionaje en la CEAPP
-Trabajadores de la CEAPP filtran conversaciones a Diputados. – Sandra Bonilla no quiere dejar sus 50 mil pesos mensuales, es los ojos y oídos de Namiko Matzumoto. – Dos ex voceros de Duarte quieren reventar la CEAPP.
Las historias de corrupción que se viven en nuestro estado resultan indignantes, hoy le presentamos una de ellas…
Desde que la periodista Ana Laura Pérez Mendoza, fuese ungida como la presidenta de la CEAPP, (Comisión Estatal de Atención Protección a Periodistas), sustituyendo a Benita González, toda una campaña mediática se activó en contra de esta comisión como si el fin fuese destruirla. (¿Quién gana?)
Y es que a diferencia de Benita, Ana Laura cuenta con el respaldo de muchos periodistas incluidos un servidor, ya que siempre Ana Laura se ha desempeñado como una columnista neutral, que retrata en cada columna la realidad que se vive en nuestro estado.
Compañera columnista de Notiver, oriunda de Xalapa, la capital del poder, radica en los últimos años en el puerto de Veracruz, pasó por la XEU, por NOTIVER, también incursionó en la radio.
Con Ana Laura en la CEAPP y la presidencia de la Comisión de la Verdad en manos de la diputada y periodista aguerrida Marijosé Gamboa, en el Congreso del Estado, se hará el uno dos para haber sincronía en las acciones que vayan en pro de ejercer la libertad de expresión. Pero esto tiene espantado a alguien… (Namiko quizás).
Es por eso que resulta sumamente extraño que empleados de la Comisión estén realizando espionaje y filtrando aparentemente a los medios de comunicación ciertos temas.
Pero ahora resulta que los empleados no solo filtran información a los medios, entre ellos una carta en la que denuncian el despido masivo de personal. Ahora recurren a grabar todo lo que pasa en la Sesión, después son editados esos audios y llevados a manos de los Diputados, para confrontar a la CEAPP con el Congreso. ¿Sera?
De ser cierto esto, resulta sumamente peligroso que esos trabajadores continúen dentro de una comisión que defiende a periodistas.
Resulta que en la primera sesión de la CEAPP hubo espionaje, (ya sabe, al estilo Misión Imposible). Alguien grabó todo, luego se lo filtró a diputados priistas, panistas y uno del PRD.
Aprovechan que Maryjose Gamboa anda confrontada con el secretario ejecutivo, Jorge Morales, y que en el PRI hay hambre de venganza. La intención es que en el Congreso le den la espalda a la CEAPP.
Todo indica que el audio se lo hicieron llegar a la Comisión de Atención a Periodistas del Congreso para que supieran de la intención de realizar despidos y claro quejarse de Jorge Morales. (Y que quede claro que yo fui el primero es señalar que Jorge no debió de continuar)
Claro que al enterarse los integrantes de la CEAPP, de que son espiados hasta en sus propias oficinas, genero mucho malestar.
El pleito entre Jorge Morales y la protegida de Namiko Matzumoto, Sandra Bonilla, va más allá de que ella deje de ganar sus 50 mil pesos mensuales, más sus bonos de gasolina y viáticos, con horario de lujo de nueva am, a tres pm. (Como vez mi querida Rosalinda Sáenz, de lujo una chamba así)
¿Sera este el tema del audio?
Fuentes nos detallan que en un audio hecho llegar al congreso sin remitente alguno, se escucha en dicho audio, al terminar una exposición sobre temas de seguridad, el trabajador que la realizaba entregó un documento en el que reclamaba su derecho a quedarse y no ser despedido en esta Comisión.
Al hablar el trabajador enfocó todo contra Jorge Morales. Dijo, entre otras cosas, que a la pobre Sandra Bonilla la había maltratado, que incluso le había gritado en una sesión. Hasta ahí lo que la fuente detalla del audio.
Lo extraño es que al investigar con los comisionados, nos detallan que eso se trato de una exposición de lo que se realiza en las áreas de la comisión el pasado 22 de diciembre, y que fuera de los comisionados, la presidenta y el Secretario ejecutivo estaba Sandra Bonilla, el trabajador que la defendió a capa y espada y una secretaria. ¿Quién de ellos tres tenía la grabadora? O ¿son los comisionados los que grabaron dicha exposición para pegarle aun ya maltrecho Jorge Morales y la estarían usando para poner en mal a los trabajadores? ¿Quién de ellos ganaba más con realizar dicho espionaje y filtrar a los diputados esa defensa en particular?
El día en que inició funciones la CEAPP, aparecieron cartas en que los trabajadores manifestaban su repudio a Jorge Morales, a quien señalan de tratar de que los malos elementos se tendrían que ir “sin recibir la indemnización correspondiente” (así aparece en la página de alcalorpolitico.com), aunque luego aclaró que es un reajuste de presupuesto y no habría despido masivo.
Por supuesto que los trabajadores niegan que esa carta haya sido una filtración suya, como también dirán que son los comisionados los que tienen complejo de agente de la Central de Inteligencia Americana (CIA).
¿Sabe usted quien es Sandra Verónica Bonilla?… Le cuento:
Sandra Bonilla es el lado corrupto de la CEAPP. Se dice protegida del Senador José Francisco Yunes Zorrilla pero también se dice allegada al Diputado Gerardo Buganza Salmerón. Pero en la realidad de niguno de los dos tiene el respaldo.
Todo indica que es incondicional de Namiko Matzumoto y de los intereses que Namiko representa.
Sandra Bonilla llega por invitación de José Ramón Cárdeno Shaadi, quien estuvo de Director de Salud. Juntos hacen negocios inconfesables.
Sandra Bonilla presume de tener una estupenda relación con el Diputado Gerardo Buganza Salmerón. Y es que resulta que en los días de Secretario de Gobierno de Buganza, Sandra fue parte del jurídico de la Secretaria de Salud, junto con su protector José Ramón Cárdeno Shaadi, ambos hicieron el negocio de sus vidas, negociaban con empresas para que demandaran a la Secretaria de Salud y con eso liberaban su pago utilizando al Secretario de Gobierno como su gestor.
Gerardo ingenuo a los negocios de Sandra y Shaadi, y ajeno al conocimiento de las leyes creía los engaños de este par de corruptos quienes manipulaban y simulaban bajar las deudas de las empresas como condición para pagarles.
Pero las dudas sobre si fue negociación favorable al gobierno y recursos públicos o fue otra de esas demandas para fingir juicios y hacer que se les pagaran a empresas corruptas donde Sandra y Shaadi tenían ganancias. Habrá que ver si no fueron empresas fantasmas.
Como pago al silencio y a la complicidad con José Ramón Cárdeno Shaadi se la lleva a la oficina del prófugo ex Gobernador Javier Duarte de Ochoa como su titular de la unidad de género.
Ahí Sandra Bonilla, oriunda de Perote, fue como empezó a tener cercanía con Namiko, ya que José Ramón Cárdeno Shaadi era el consejero jurídico, y quien hacia los enlaces con la CEAPP y el gobierno, al igual se encargaba de las gestiones por indicaciones de Javier Duarte, para el relevo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
José Ramón Cárdeno Shaadi fue el operador para que llegara Namiko Matzumoto Benítez a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Fue el encargado de operar económicamente y con grandes sumas de dinero el pago del voto con los diputados.
Fue así como acordaron dejar a Géiser Caso Molinari, quien reunía el perfil para ser el Secretario ejecutivo y la CEAPP no estuviera acéfala, en lugar de Namiko Matzumoto, quien cabildeó que Sandra Bonilla fuera sus ojos y sus oídos desde la Dirección Jurídica de la CEAPP.
Señalada por quienes la conocen como Mitómana (La mitomanía, es un trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica. El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza) pero también como Megalómana (La megalomanía es una condición psicopatológica caracterizada por fantasías delirantes de poder, relevancia, omnipotencia y por una henchida autoestima.)
Una de nuestras fuentes señala que Sandra Bonilla fantasea mucho con ser bonita, que inventa que todos los hombres quieren con ella.
Ella es pues la informante de Namiko Matzumoto Benítez. Basta señalar que Sandra apuntó toda su artillería al anterior Secretario Ejecutivo interino, Geiser Caso Molinari, a quien acusó de malos tratos y de trato déspota, con su protector, José Ramón Cárdeno Shaadi, para que buscara lo destituyera el infame Flavino Ríos Alvarado cuando llegó de gobernador pensando que ella sería la nueva Secretaria Ejecutiva de la Comisión.
Pero como Shadi no hizo tal cabildeo, montada en cólera Sandra Bonilla acudió a un par de periodistas para dar información de quien la había apoyado siempre y dando un golpe bajo a su ex protector, José Ramón Cárdeno Shaadi.
Al final del día Namiko Matzumoto era ya su nueva protectora y José Ramón jamás se enteraría que ella dio santo y seña de sus fechorías.
Hay otra pelea de género, como ella las denomina, pero que en realidad son batallas propias de corrupción como la que llevó con Javier Hernández, el actual magistrado.
Resulta que Javier Hernández tuvo a cargo investigar un escándalo de corrupción de ella cuando estuvo en el Tribunal.
Ella esperaba que él la ayudara y él no lo hizo, ya que el caso no era cosa menor y tiene que ver con el paso de Sandra Bonilla como Juez en Zempoala, en donde fue denunciada por dejar salir por una cantidad económica a un secuestrador, que era menor de edad. (Arturo García y dos cómplices más).
Por esos escandalitos de corrupción la corrieron del Tribunal pero como no integraron bien el despido justificado, los demandó.
Ahora es la espía en la CEAPP… Una espía que se dice hostigada por muchos pero que es mitómana… Esta es la jurídico de una defensoría de periodistas, espero pronto por sus nexos de corrupción sea separada del cargo. Obedece a los intereses del Duartazgo. Me extraña que los amigos periodistas Arturo Reyes Isidoro, Zaida Chiñas, Ana Laura y Mussio Cárdenas (y soy de los que celebré su llegada a la Comisión) no digan nada, con todo lo que pudiera rasparles la fama que los precede. O simplemente son historias inconfesables…Nos leemos el próximo miércoles…Del otro lado del Cristal.
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