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Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a dirigirse este lunes a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), quienes han iniciado un paro nacional en protesta contra la reforma judicial que su gobierno impulsa. En su conferencia matutina, el mandatario les pidió que no se dejen manipular y advirtió que, si persisten en la huelga, “van a servir de paleros” a quienes promueven la corrupción dentro del sistema judicial.

“Están en su derecho de manifestarse”, afirmó López Obrador, en un tono que combinaba el reconocimiento de la protesta con la crítica. Sin embargo, subrayó que la reforma propuesta no perjudica a los trabajadores del Poder Judicial, sino que, según él, los beneficia.

El presidente ha insistido repetidamente en que su administración no está en contra de los trabajadores ni del pueblo, sino de la corrupción que, asegura, ha permeado las altas esferas del Poder Judicial. En su discurso, López Obrador afirmó que el sistema judicial ha sido cómplice de actos de corrupción y privilegios, algo que, en su opinión, los mismos trabajadores conocen bien.

El mandatario criticó nuevamente a los jueces, magistrados y ministros que, según él, han dejado en libertad a delincuentes vinculados tanto al crimen organizado como a delitos de cuello blanco. “Nosotros lo que buscamos es corregir, que desaparezca la corrupción, sobre todo arriba, la corrupción de jueces, magistrados y ministros”, reiteró.

A pesar de estas advertencias, López Obrador dejó claro que los trabajadores tienen derecho a la huelga. No obstante, lanzó un mensaje contundente: “Si teniendo esa información, que la tienen, ellos deciden ir a una huelga, también están en su derecho, nada más que van a servir de paleros a quienes forman parte de la corrupción en el Poder Judicial.”

El presidente pidió que se informe nuevamente sobre los detalles de la reforma este martes, con el objetivo de que los trabajadores del PJF puedan tomar una decisión basada en la información completa y no en lo que describió como manipulaciones de los sectores que buscan mantener sus privilegios.

La postura del mandatario se enmarca en un contexto de creciente tensión entre los poderes Ejecutivo y Judicial, mientras la sociedad mexicana observa con atención los desarrollos de este conflicto que amenaza con redefinir la relación entre estos dos pilares del Estado.