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Ciudad de México.- Desde la medianoche del lunes, los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) se encuentran en un paro indefinido. La movilización, que tiene lugar en todo el país, es una protesta enérgica contra la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Bajo el nombre de “Movimiento de Trabajadores Región Noreste-Zacatecas”, jueces, magistrados y empleados del PJF han levantado la voz, y ahora llaman a la sociedad civil a unirse a su lucha.

La reforma, que fue presentada en la Cámara de Diputados el pasado 16 de agosto, ha generado un profundo descontento entre los trabajadores del PJF, quienes ven en ella una amenaza a la independencia del Poder Judicial y a sus propios derechos laborales. Patricia Aguayo, vocera del movimiento y secretaria de Tribunal Colegiado, se dirigió a la prensa esta mañana desde el edificio del PJF en San Lázaro. Aguayo hizo un llamamiento a universidades, sindicatos, defensorías y grupos de búsqueda de personas desaparecidas, instándolos a sumarse a la protesta.

“Es urgente que la sociedad sepa que la reforma propuesta por el Ejecutivo federal busca someter al Poder Judicial, el único contrapeso entre los Poderes de la Unión y el garante de los derechos de todo el pueblo de México contra los abusos y arbitrariedades de las autoridades”, declaró Aguayo ante un grupo de periodistas.

La reforma no solo afectaría la estructura y autonomía del Poder Judicial, sino que también supondría la eliminación de la carrera judicial, un sistema de mérito que permite a oficiales, actuarios y secretarios ascender en sus cargos dentro de la judicatura. Los trabajadores, más de 55 mil en total, han señalado que son conscientes de la necesidad de una reforma, pero no en los términos que se les plantean ahora.

Antes de que el dictamen fuera emitido, intentaron dialogar con los legisladores para exponer sus razones, argumentando que la propuesta es nociva y no aborda los problemas de fondo de la justicia en México. Sin embargo, se quejan de que sus voces no fueron escuchadas ni se les permitió participar en los foros organizados por la Cámara de Diputados. Ante este escenario, decidieron tomar una acción contundente.

“A partir de hoy, las labores en el Poder Judicial de la Federación se suspenden indefinidamente en todo el país hasta que nuestras peticiones sean escuchadas y reflejadas en nuestra Constitución”, concluyó Aguayo.

Mientras tanto, el país se encuentra en vilo. La tensión entre los poderes del Estado crece, y la ciudadanía observa con preocupación cómo se desarrollan los acontecimientos. La protesta, que ya ha captado la atención de distintos sectores de la sociedad, promete marcar un punto de inflexión en la historia reciente de México.