Share

* Nuevo pozo dota de líquido con alta calidad a más de mil familias

* Obra entregada por el alcalde Ponciano Vázquez Parissi

* Particulares se dieron el lujo de cobrar y a quien no pagaba, le bloqueaban el servicio


 

Por Claudio Olivera Santés

Cosoleacaque, Ver.— No son ciudadanos de segunda, pero la vida los llevó a eso. Son rehenes de la ambición y del olvido, del abuso de aquellos que usurpando funciones de autoridad, detentaron el control del agua en El Naranjito, cobrando por un suministro irregular, agua sin calidad, maloliente y a menudo inexistente.

Hubiera, o no, una gota en los grifos, debían pagar.

Supiera a fierro, oliera a diablos, diera mal aspecto, debían cubrir la cuota mensual.

Tuviera color oscuro, rojizo o amarillento, era lo que podían consumir y tenían que pagar.

Fueron consumidores cautivos de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, de particulares que por más de 30 años actuaron como administradores, del olvido de unos y la avaricia de otros hasta que el servicio se municipalizó y el nuevo pozo, este año, comenzó a funcionar.

Así vivieron desde 1989. El 30 de agosto de ese año, Instituto Nacional para el Fomento a la Vivienda (Infonavit) concluyó la construcción de la Unidad Habitacional Solidaridad o El Naranjito, ubicada a unos kilómetros de la cabecera municipal de Cosoleacaque, a orilla de la carretera que lleva a Minatitlán.

En 1991, el ayuntamiento de Cosoleacaque recibió el fraccionamiento y lo municipalizó. Pero de inmediato comenzó la disputa por el negocio del agua, el control del sistema y su operación.

Frente a la añeja demanda social, luego de años de exigir un servicio de primera, el 11 de junio de 2013 el entonces presidente municipal, Cirilo Vázquez Parissi, procedió a entregar un predio propiedad del ayuntamiento de Cosoleacaque, ubicado en la escuela Heriberto Jara, calle 3, con la finalidad de que ahí se instalaran las oficinas de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz (Caev) y de esa forma se garantizar un suministro adecuado, constante y de excelente calidad.

Esa decisión permitiría dar respuesta al desabasto de agua y a los constantes conflictos provocados por particulares que de manera arbitraria e ilegal cobraban las cuotas impuestas a los usuarios pero cuando se averiaban las bombas y otros implementos se dirigían al ayuntamiento o a la Caev para que los gastos corrieran a cuenta de las instancias oficiales.

PARTICULARES SE ADUEÑARON DEL SERVICIO

Pese a que la Caev era y es el organismo facultado para dotar el servicio o, en su caso, para validar y aprobar el otorgamiento de concesiones y autorizaciones, nada hizo por impedir que particulares abusaran simulando que “administraban” la operación obteniendo jugosas utilidades, al grado de ser catalogados como “dueños del agua”.

El 2 de junio de 2014, el alcalde Ponciano Vázquez Parissi adoptó una decisión crucial al disponer la perforación del pozo de agua que se encuentra en la parte de atrás de la escuela Heriberto Jara, en un terreno propiedad del ayuntamiento como se acredita en documentos oficiales. La intención era que los usuarios contaran agua de calidad.

Caev, por su parte, recibió el pozo y de inmediato convocó a los habitantes de El Naranjito a inscribirse en el padrón de usuarios y los instó a cumplir con el pago del servicio. Sin embargo, la operación fue deficiente.

Los vecinos debieron recurrir nuevamente al ayuntamiento de Cosoleacaque, el cual suministró pipas para cubrir las necesidad de la población mientras que Caev también mostraba incapacidad para enviar unidades de transporte con el líquido a los hogares.

Otro paso importante se dio el 29 de abril de 2022 cuando finalmente se municipalizó el servicio de agua en Cosoleacaque. El servicio, operación y administración pasó a manos de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (Cmas), la cual asumió de forma prioritaria trabajos de revisión de las instalaciones así como la viabilidad del pozo que permitiría contar con agua de calidad.

De esa manera, ya en el gobierno de Ponciano Vázquez Parissi, se puso en marcha, el 4 de enero, el pozo que por fin garantiza el servicio para mil familias, una añeja demanda social.

“SI NO PAGÁBAMOS, NOS QUITABAN EL AGUA”

Estar en manos de Caev y de particulares que se hicieron del control del servicio de agua, fue lesivo para los intereses de los habitantes de El Naranjito, apuntan los vecinos.

“Cuando el agua se iba, y pasaban así muchos meses, nada nos solucionaban. Recurríamos al ayuntamiento, que se coordinaba con Protección Civil, y ellos nos traían agua, a veces en la madrugada, a la hora que fuera. Todos agarraban agua del ayuntamiento de Cosoleacaque”, dice Ana María Díaz.

“Si no pagábamos, nos presionaban quitándonos el agua. Se pagaba pero había problemas. Que no acompletaban para la luz, o que el pozo se descompuso, o la bomba. Se tenía que dar cooperación”, dice Carolina Cevallos.

El pozo inaugurado el 4 de enero pasado tiene capacidad de 40 mil litros por segundo, con lo cual se beneficia a mil familias directamente. La cuota mensual es de sólo 100 pesos por familia.

“Se mandaron a realizar estudios químicos del agua. La parte crítica, las partes altas donde no llegaba el agua, hoy está llegando. El agua es de buena calidad. Está limpia, no tiene fierro”, dice Margarito Mariano Martínez, director de Cmas Cosoleacaque.

SUPERAR EL OLVIDO Y LA VORACIDAD

Una añeja demanda social, el abastecimiento de agua en la colonia El Naranjito, finalmente halló cauce con la construcción del pozo realizada por el ayuntamiento encabezado por Ponciano Vázquez Parissi.

Un negocio ilegal en manos de particulares, que se dieron el lujo de cortar el suministro para obligar a los usuarios a pagar, llegó a su fin.

Al cabo de 30 años, los habitantes de El Naranjito superaron el olvido de Caev y la voracidad de los particulares que lucraron con la necesidad.

 

 

Con información e imágenes de Alor Noticias

more related posts